Receta Fácil de Crema Fría de Guisantes: Refrescante y Deliciosa

¡Disfruta de una deliciosa y saludable opción para el verano!

¿Quién no ama un plato que no solo es fácil de preparar, sino que también es refrescante y lleno de sabor? La crema fría de guisantes es esa receta que todos deberían tener en su repertorio, especialmente durante los días calurosos. Con su vibrante color verde y su textura suave, esta crema no solo es un festín para los ojos, sino también para el paladar. Además, es perfecta como entrada o incluso como un plato principal ligero. Pero antes de sumergirnos en la preparación, hablemos un poco sobre los guisantes y por qué son una excelente opción para incluir en nuestra dieta.

¿Por qué elegir guisantes?

Los guisantes son pequeñas joyas de la naturaleza. No solo son deliciosos, sino que también están cargados de nutrientes. Son ricos en fibra, vitaminas A, C y K, así como en minerales como el hierro y el magnesio. ¿Sabías que también tienen un alto contenido de proteínas? Esto los convierte en una opción fantástica para vegetarianos y veganos que buscan añadir más proteína a su dieta. Además, su dulzura natural los hace perfectos para crear platos que encanten a todos, incluso a los más pequeños de la casa. Y lo mejor de todo, ¡se cocinan en un abrir y cerrar de ojos!

Ingredientes para la crema fría de guisantes

Ahora que sabemos por qué los guisantes son una excelente elección, pasemos a los ingredientes que necesitarás para preparar esta deliciosa crema. Aquí tienes una lista sencilla:

  • 500 gramos de guisantes frescos o congelados
  • 1 cebolla mediana, picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 500 ml de caldo de verduras
  • 200 ml de crema de leche (puedes usar crema vegetal si prefieres)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Opcional: hierbas frescas como menta o albahaca para decorar

Preparación paso a paso

Sofríe la cebolla y el ajo

Comencemos la aventura culinaria. En una olla grande, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio. Una vez caliente, añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente, unos 5 minutos. Luego, agrega el ajo picado y cocina por un par de minutos más. Este paso es crucial porque el ajo y la cebolla aportan una base de sabor que hará que tu crema sea aún más deliciosa.

Agrega los guisantes

Cuando la cebolla y el ajo estén listos, es hora de añadir los guisantes. Si estás usando guisantes congelados, no te preocupes, no necesitas descongelarlos antes. Simplemente agrégales a la olla y revuélvelos bien con la mezcla de cebolla y ajo. Déjalos cocinar por unos 3-4 minutos para que se calienten y absorban esos sabores. ¿Ya huele bien, verdad?

Vierte el caldo de verduras

Ahora, es momento de añadir el caldo de verduras. Vierte los 500 ml en la olla y lleva la mezcla a ebullición. Una vez que hierva, baja el fuego y deja que se cocine a fuego lento durante unos 10 minutos. Esto permitirá que los guisantes se cocinen por completo y se mezclen bien con los demás ingredientes. ¡Este es el momento perfecto para preparar una buena música de fondo y disfrutar del aroma que se va apoderando de tu cocina!

Tritura la mezcla

Después de que los guisantes hayan cocido, es hora de llevar todo a la licuadora. Si tienes una batidora de inmersión, ¡genial! Puedes usarla directamente en la olla. Tritura la mezcla hasta que esté completamente suave y cremosa. Si prefieres una textura más fina, puedes pasar la crema por un colador. Pero, seamos sinceros, a veces un poco de textura no hace daño. ¿Tú qué prefieres?

Añade la crema de leche

Una vez que tengas la mezcla suave, es momento de añadir la crema de leche. Esto le dará a tu crema fría de guisantes esa suavidad y cremosidad que todos amamos. Revuelve bien y ajusta la sal y la pimienta al gusto. Si te sientes aventurero, puedes añadir un poco de limón para darle un toque ácido. ¡La combinación de sabores será increíble!

Enfría la crema

Ahora que tu crema está lista, déjala enfriar a temperatura ambiente antes de meterla en la nevera. Idealmente, deberías dejarla en la nevera por al menos 1-2 horas. Esto no solo ayudará a que los sabores se intensifiquen, sino que también te permitirá disfrutar de un plato realmente refrescante. ¡La espera valdrá la pena!

Presentación y acompañamientos

Una vez que tu crema fría de guisantes ha enfriado, es hora de presentarla. Puedes servirla en tazones o copas elegantes. Para darle un toque especial, añade un chorrito de aceite de oliva por encima y decora con hierbas frescas como menta o albahaca. Si quieres llevarlo un paso más allá, acompaña tu crema con unos crutones dorados o unas rodajas de pan tostado. ¡La combinación de texturas hará que tu plato sea irresistible!

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Variaciones de la receta

Si bien esta receta es deliciosa tal cual, siempre hay espacio para la creatividad. Aquí tienes algunas ideas para personalizar tu crema fría de guisantes:

  • Con menta: Agrega unas hojas de menta fresca al momento de triturar la mezcla. Esto le dará un frescor único que combina perfectamente con los guisantes.
  • Con aguacate: Añadir medio aguacate al momento de licuar la mezcla le dará una textura aún más cremosa y un sabor delicioso.
  • Con especias: Prueba añadir un poco de comino o pimentón ahumado para darle un giro diferente a la receta.

¿Por qué es buena idea hacer crema fría de guisantes en casa?

Hacer tu propia crema fría de guisantes tiene muchas ventajas. Primero, puedes controlar los ingredientes y hacerla completamente a tu gusto. Además, es una opción mucho más saludable que las cremas comerciales, que a menudo contienen conservantes y aditivos. Y, seamos sinceros, ¡no hay nada como la satisfacción de preparar algo delicioso desde cero!

¿Puedo hacer esta crema con guisantes enlatados?

¡Claro! Si no tienes guisantes frescos o congelados, los guisantes enlatados también funcionan. Solo asegúrate de enjuagarlos bien antes de usarlos para eliminar el exceso de sodio.

¿Cuánto tiempo puedo guardar la crema en la nevera?

La crema fría de guisantes se puede guardar en un recipiente hermético en la nevera por hasta 3 días. Sin embargo, te recomendamos consumirla fresca para disfrutar de su mejor sabor y textura.

¿Puedo congelar la crema fría de guisantes?

Sí, puedes congelarla. Asegúrate de dejarla enfriar completamente antes de transferirla a un recipiente apto para congelador. Cuando estés listo para disfrutarla, simplemente descongélala en la nevera y mézclala nuevamente antes de servir.

¿Es esta receta apta para veganos?

Absolutamente. Simplemente sustituye la crema de leche por una alternativa vegetal y tendrás una deliciosa crema fría de guisantes completamente vegana.

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Así que ya lo sabes, la crema fría de guisantes es una opción perfecta para los días calurosos, llena de sabor y muy fácil de preparar. ¡Anímate a probarla y sorprende a tus amigos y familiares con este plato delicioso!