Receta de Espinacas con Bechamel al Estilo Arguiñano: Deliciosa y Fácil de Hacer

Descubre el Sabor de la Cocina Tradicional

¡Hola, cocinillas! Hoy vamos a preparar una receta que no solo es un clásico de la cocina española, sino que también es una de esas comidas que te hacen sentir como en casa. Las espinacas con bechamel son una delicia que combina lo mejor de las verduras con una salsa cremosa que es simplemente irresistible. Si alguna vez has tenido dudas sobre cómo hacer una bechamel perfecta, ¡no te preocupes! Te guiaré paso a paso para que puedas impresionar a tus amigos y familiares con este plato que, aunque sencillo, tiene un toque gourmet. Así que, ¡manos a la obra!

Ingredientes Necesarios

Antes de empezar a cocinar, es fundamental tener todos los ingredientes listos. No hay nada más frustrante que darte cuenta de que te falta algo en medio de la preparación, ¿verdad? Aquí te dejo una lista de lo que necesitarás:

  • 500 gramos de espinacas frescas (puedes usar congeladas si lo prefieres)
  • 1 cebolla pequeña
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal y pimienta al gusto
  • Para la bechamel:
  • 50 gramos de mantequilla
  • 50 gramos de harina
  • 500 ml de leche
  • Nuez moscada al gusto
  • Queso rallado (opcional, pero muy recomendable)

Preparación de las Espinacas

Limpiar y Cocinar las Espinacas

Quizás también te interese:  Delicioso Bizcocho de Yogur: La Receta de la Abuela que No Puedes Perderte

Primero, vamos a preparar las espinacas. Si has elegido espinacas frescas, asegúrate de lavarlas bien para quitar cualquier residuo de tierra. Una vez limpias, puedes cocerlas al vapor o simplemente blanquearlas en agua hirviendo con un poco de sal durante unos 3-5 minutos. Esto ayudará a que mantengan su color vibrante y sus nutrientes. Si usas espinacas congeladas, solo necesitarás descongelarlas y escurrir el exceso de agua.

Saltear la Cebolla

Mientras las espinacas se están cocinando, vamos a preparar la cebolla. Pica finamente una cebolla pequeña y ponla a sofreír en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva. La idea es que se ponga doradita y suelte ese aroma que hace que la cocina huela a hogar. ¿Quién puede resistirse a eso?

Elaboración de la Salsa Bechamel

Iniciar la Bechamel

Ahora viene la parte mágica: la bechamel. En otra sartén, derrite 50 gramos de mantequilla a fuego medio. Una vez derretida, añade 50 gramos de harina y mezcla bien con una varilla. Esto se llama hacer un roux, y es la base de nuestra salsa. Cocínalo por un par de minutos para quitar el sabor a harina cruda, pero sin que llegue a dorarse.

Añadir la Leche

Es hora de añadir la leche. Poco a poco, ve incorporando 500 ml de leche, sin dejar de remover para evitar grumos. Puedes usar leche entera para una bechamel más cremosa, o desnatada si prefieres algo más ligero. La clave aquí es la paciencia: remueve constantemente hasta que la mezcla espese y adquiera una textura suave y sedosa. Agrega un poco de sal, pimienta y una pizca de nuez moscada para darle ese toque especial que hará que tus comensales se pregunten cuál es tu secreto.

Unir Todos los Ingredientes

Mezclar Espinacas y Bechamel

Una vez que tengas la bechamel lista, es momento de unirla con las espinacas. En la sartén donde tienes la cebolla dorada, añade las espinacas cocidas y escurridas. Mezcla bien y, cuando todo esté integrado, vierte la bechamel por encima. Remueve con cuidado para que las espinacas se impregnen de esa deliciosa salsa. ¡Ya puedes empezar a salivar!

Preparar para Hornear

Si deseas un toque extra, puedes transferir la mezcla a una fuente para horno. Espolvorea un poco de queso rallado por encima y ponlo en el horno precalentado a 180 grados Celsius durante unos 15-20 minutos. Esto hará que el queso se gratine y forme una costra doradita que es pura tentación. No hay nada como el sonido del queso burbujeando, ¿verdad?

Servir y Disfrutar

Cuando veas que el queso está dorado y burbujeante, es hora de sacar la fuente del horno. Deja reposar un par de minutos antes de servir, porque la bechamel estará muy caliente. Puedes acompañar este plato con un poco de pan crujiente para disfrutar cada bocado. ¡Te aseguro que tus amigos y familiares no podrán resistirse a pedir más!

Consejos para un Plato Perfecto

Quizás también te interese:  Cómo Hacer Brochetas de Frutas que No se Oxiden: Tips y Recetas Deliciosas

Variaciones de la Receta

Si quieres darle un giro a esta receta clásica, puedes añadir ingredientes como jamón serrano, pollo desmenuzado o incluso un poco de queso azul para un sabor más intenso. La versatilidad de las espinacas y la bechamel te permite experimentar y adaptarla a tus gustos. ¿Te imaginas unas espinacas con bechamel y trocitos de champiñones? ¡Delicioso!

Almacenamiento y Recalentamiento

Si te sobra comida (lo cual es raro, pero puede pasar), puedes guardar las espinacas con bechamel en un recipiente hermético en la nevera. Aguantará unos 3-4 días. Para recalentar, simplemente caliéntalas en el microondas o en una sartén a fuego bajo. ¡Asegúrate de añadir un chorrito de leche si notas que la bechamel se ha espesado demasiado!

¿Puedo usar espinacas congeladas?

¡Por supuesto! Las espinacas congeladas son una excelente opción y te ahorrarán tiempo. Solo asegúrate de escurrir bien el exceso de agua antes de mezclar con la bechamel.

¿Cómo puedo hacer la bechamel más ligera?

Si buscas una opción más ligera, puedes sustituir la mantequilla por aceite de oliva y usar leche desnatada. Aunque no será tan cremosa, sigue siendo deliciosa.

¿Qué otros acompañamientos puedo servir con este plato?

Las espinacas con bechamel son perfectas como plato principal, pero también puedes servirlas como guarnición. Combínalas con carne a la parrilla o pescado al horno para una comida completa y equilibrada.

Ahora que conoces todos los secretos para hacer unas espinacas con bechamel al estilo Arguiñano, ¿qué estás esperando para poner en práctica esta receta? ¡Anímate a cocinar y disfruta de este delicioso plato con tus seres queridos!